martes, 26 de octubre de 2010

Y las cicatrices a la tersura del alma sin costuras ni desgarros. Y los arrepentimientos por venir a la tranquilidad de ciertas elecciones. Yo elijo y me quedo con eso. Siempre hay que elegir: como cuando tomo algo, abandono todo lo demás que ese algo no es. Si elijo el camino izquierdo, desconoceré por siempre el derecho. Si decido ser esta, entonces ya no seré aquella. Y siempre que me sea posible reivindicaré pese a todo, el arte que esconde el vuelo de una moneda, cuando una cara encierra toda tu vida y la otra absolutamente nada. Soy esto que ves. I m p e r f e c t a. Elegirme, es tu elección.

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