viernes, 19 de septiembre de 2008

En el campeonato del mundo de lanzamiento de reproches, los aspirantes se encuentran preparados para conquistar el primer puesto del podio mientras los flashes bañan el estadio. Los participantes que están bastante descontentos con sus vidas conforman el grupo de favoritos. Los que fueron quedando atrás, en los puestos cuarto al sexto, tenían motivos para pensar que –quizás- parte de la culpa de todo lo que les ocurría podía ser también de ellos y no enteramente de los demás. Eso les llevó a no clasificarse. Encajaron bien la derrota y tampoco lo desaprobaron. Como esa actitud resultó ciertamente sospechosa, fueron sometidos a un control antidoping. El Comité Disciplinario halló en la sangre extraída una pequeña cantidad de un componente que se asemejaba bastante al sentido común, en la orina detectaron –además- restos de coherencia. Inmediatamente fueron expulsados de la Federación y les retiraron sus licencias de Reprochadores Profesionales.



{que lindo se siente no reprochar mas}

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